domingo, 20 de julio de 2014

Pañoleta o foulard, como queráis.

     Tenía una boda y el vestido que iba a llevar tenía estampados en tonos azules y verdes y escote palabra de honor. Ese día iba a refrescar, según las predicciones, y ni tenía una chaqueta que viniera bien para la ocasión ni me han gustado nunca los típicos foulards de gasa o raso. Así que decidí hacerme uno. Usé para ello una lana de verano no demasiado fina, con un tacto muy suave y con la que daba gusto tejer.


 
     Quería que fuera calado, porque la boda era en verano, y encontré un patrón de unas estrellas que me gustó bastante. Lo diseñé según gusto y tamaño y este es el resultado. Muy bonito y elegante, aunque he de confesar que no abrigaba demasiado, pero bueno, este tipo de vestidos están para lucirlos, no para taparnos como si del mes de enero se tratara.

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